palabras inconexas
domingo, 1 de enero de 2012
viernes, 23 de diciembre de 2011
Destrocé
los cimientos de barro en los que sustenté mi vida.
Desordené el puzzle en el que había piezas mal encajadas
no queda más que el resto que dejó el mar
de los castillos de arena que ordenaban mi cerebro
-- Como aquel niño al que le dicen que no existen los Reyes Magos. Como una dosis de humildad en un solo balazo...estoy solo, y solamente quiero que alguien me diga cuándo empecé a estarlo. Cuándo mi vida se había transformado en idealizaciones una encima de la otra.
Desordené el puzzle en el que había piezas mal encajadas
no queda más que el resto que dejó el mar
de los castillos de arena que ordenaban mi cerebro
-- Como aquel niño al que le dicen que no existen los Reyes Magos. Como una dosis de humildad en un solo balazo...estoy solo, y solamente quiero que alguien me diga cuándo empecé a estarlo. Cuándo mi vida se había transformado en idealizaciones una encima de la otra.
martes, 20 de diciembre de 2011
Es otra vez esa sensación
de imaginarte viviendo sola y fría. El miedo de verte felíz.
de pensar que no tienes la conciencia manchada
de pensar que saludas a la gente, que sonríes, que llegas a casa
que te ilusionas con cosas que no sean yo
Que no echas de menos mis buenas noches princesa
que ocupas toda tu cama,
que no le lloras a nadie
(o que le lloras a otro)
que ya no te pones esa camiseta de los beatles acordándote de mí
que no te cuidas las uñas como te pedía
Es esa sensación de que no debería querer volver a besarte nunca más
es esa obligación de que si te encontrara debería mirarte con más odio que a cualquier persona
Es esa tristeza de que me gustaría que vinieras gritándome que todo era una broma
es las ganas de que me digas que te has comprado una máquina del tiempo
es el deseo de que me borraras todos los recuerdos y me enamoraras otra vez
es que todavía me entran ganas de abrazarte
era la ilusión de que a nosotros también nos podían salir las cosas bien
de que yo también podía cambiar
de que tú también podías cambiar
Es ver a toda esa gente repitiéndome que nunca te importé, que nunca te importé, que nunca te importé.
Es empezar a creérmelo.
Escocer.
de pensar que no tienes la conciencia manchada
de pensar que saludas a la gente, que sonríes, que llegas a casa
que te ilusionas con cosas que no sean yo
Que no echas de menos mis buenas noches princesa
que ocupas toda tu cama,
que no le lloras a nadie
(o que le lloras a otro)
que ya no te pones esa camiseta de los beatles acordándote de mí
que no te cuidas las uñas como te pedía
Es esa sensación de que no debería querer volver a besarte nunca más
es esa obligación de que si te encontrara debería mirarte con más odio que a cualquier persona
Es esa tristeza de que me gustaría que vinieras gritándome que todo era una broma
es las ganas de que me digas que te has comprado una máquina del tiempo
es el deseo de que me borraras todos los recuerdos y me enamoraras otra vez
es que todavía me entran ganas de abrazarte
era la ilusión de que a nosotros también nos podían salir las cosas bien
de que yo también podía cambiar
de que tú también podías cambiar
Es ver a toda esa gente repitiéndome que nunca te importé, que nunca te importé, que nunca te importé.
Es empezar a creérmelo.
Escocer.
lunes, 19 de diciembre de 2011
..
A medida que pisaba las baldosas de aquel frío Madrid sin ti, a veces me paraba a pensar como
lo que fue fuego, cenizas, fuego, y rescoldos
pasó a ser removido por aquel huracán que creaste
por aquella huída hacia adelante
Y apago el frío de Madrid en sorbos de vino,
en humo de nicotina
en los días
sin tus noches
lo que fue fuego, cenizas, fuego, y rescoldos
pasó a ser removido por aquel huracán que creaste
por aquella huída hacia adelante
Y apago el frío de Madrid en sorbos de vino,
en humo de nicotina
en los días
sin tus noches
miércoles, 14 de diciembre de 2011
.
Me enciendo un cigarro. Aspiro el humo. Me fumo todo lo que nunca digo. Observo, a lo lejos, aquel dibujo azul inabarcable, aquel mar de horizonte infinito. Esa imagen entra en mi pupila y llega a mi cerebro como un "Aquí estás,vivo". Brota de mí el pensamiento de que de aquí en adelante nada cambie. Que todo siga como hasta ahora: aleatorio
Cimenté mi vida en los pilares de la inestabilidad. En la risa y el llanto, la superficialidad y la profundidad para quién la merece. En un beso apasionado una noche y en una despedida a la mañana siguiente. En el frío del invierno y en el calor de una cama. En la montaña rusa del arriba-abajo-arriba.En la noche sin dormir y el café para existir.
Cimenté mi vida en un cigarro. Un cigarro encendido, ardiendo, que se consume. La inhalo fuerte, la aspiro y la exhalo sonriendo. Cada bocanada me recuerda que sin saber ni cómo ni cuándo, no cambiaría por nada el ahora. Los problemas y las alegrías son la suma de una parte mucho mayor. Las críticas y los elogios, los fracasos y los éxitos. La prepotencia y la humillación. El dar sin recibir; el recibir sin dar.Todo forma parte de aquello que siempre busco y nunca sé definir: La felicidad.
Cimenté mi vida en los pilares de la inestabilidad. En la risa y el llanto, la superficialidad y la profundidad para quién la merece. En un beso apasionado una noche y en una despedida a la mañana siguiente. En el frío del invierno y en el calor de una cama. En la montaña rusa del arriba-abajo-arriba.En la noche sin dormir y el café para existir.
Cimenté mi vida en un cigarro. Un cigarro encendido, ardiendo, que se consume. La inhalo fuerte, la aspiro y la exhalo sonriendo. Cada bocanada me recuerda que sin saber ni cómo ni cuándo, no cambiaría por nada el ahora. Los problemas y las alegrías son la suma de una parte mucho mayor. Las críticas y los elogios, los fracasos y los éxitos. La prepotencia y la humillación. El dar sin recibir; el recibir sin dar.Todo forma parte de aquello que siempre busco y nunca sé definir: La felicidad.
lunes, 12 de diciembre de 2011
A veces
A veces me acuerdo de esa mariconada de canción de Pablo Alborán. Pienso que vas a presentarte en mi ventana, a llorarme, y a decirme que algo pasó en tu cabeza. A darme toda una lista de razones. A decirmes que sufres. Que te duele que sea así. A veces pienso que te importa esto, que vas a venir a decirme que no lo pase mal yo. A rogarme que no te odie. A pedirme que aunque no podamos estar juntos, nunca, nunca te olvide.
A veces pienso que vas a venir, y vas a darme las gracias por todo. Como todas aquellas veces, pero unidas en un solo "GRACIAS" gigante. De esos que no se dicen con palabras, de esos que se reflejan en tus pupilas.
A veces creo que te vas a tirar encima mía en el sofá sólo en cuanto me tumbe. Que vas a quedarte en esa posición durante horas, repitiéndome "molesto?" doscientas veces. Y yo mientras voy a estar derretido por el suelo. A veces miro esos dos sofás, esos que uníamos para hacer una cama improvisada. Pienso que vas a estar leyendo sinopsis de películas durante diez minutos, para decidirte por una. Y que sepas perfectamente que me la sude qué películas vamos a ver. Que voy a acabar pausándola y haciéndote el amor en esa publicidad improvisada. Y qué coño, que después me voy a quedar dormido con el portatil encima y vas a tener que terminar la peli tú sola.
A veces miro alrededor cuando me despierto. Espero ver los límites rojos de tu gran cama. Espero verte tumbada, con ese ruido que haces al dormir, ocupando los 3/4. Con esa antipatía recién levantada, que no te dejas ni besar. Que parece que te gustaría dormir doscientas horas más. Y yo al lado, despierto de hace una hora, mirándote y pensando que cómo coño se puede estar feliz con algo tan simple como verte dormir.
A veces te imagino con el labio inferior temblando. Como la primera vez que te perdoné. Te imagino apretándome con esas manos pequeñas y frías.
A veces pienso que vas a venir a decirme adiós, a darme un beso de esos que saben a "esto no va a acabar nunca", a "piensen lo que piensen te quiero y tienes razones en las que apoyarte para pensarlo" . A veces me olvido de lo que ha pasado y creo que a la siguiente muestra de cariño me vas a decir "qué cojones, si yo solo te quiero a ti. Si nadie me lo ha demostrado como tú". Que vas a gritárselo al mundo como yo ya lo he hecho.
A veces intento encontrar el punto exacto en el que murió esto. Para volver a él y revivirlo con todas mis fuerzas. Intento analizar mi lista de errores e intento que sean reversibles. Me invento su reversibilidad.
A veces (y sólo a veces) pienso que has sido real.
Objetivos
Después de que hayan caído las últimas bombas. Del arrasar de las últimas balas y las últimas tempestades en mi cabeza.. Cuando me dí cuenta de que, una vez en calma el mar, lo de menos era buscar la causa por la que se había enbravecido. Busqué cuál había sido mi objetivo. Qué me había faltado, en estos dos años.
Y encontré en un paseo por calle Larios de tu mano, no tener dudas, un te quiero antes de dormirme contigo en mi cama, una seguridad por que siempre eras sincera, una sonrisa y un afán por abrazarme en cualquier parte de Málaga, la respuesta.
Encontré en esas cosas simples lo que me faltaba para ser totalmente feliz con alguien tan diferente. Con ese alguien que entró en mi vida ese día de mi cumpleaños. Que la revolvió. Que la llevó a lo más alto y a lo más bajo. Y que de repente, parece que nunca existió. Que todo fue un espejismo de mi cabeza. De mis ganas. De mis ideas.
Y lo peor de todo: que no existirá.
Y encontré en un paseo por calle Larios de tu mano, no tener dudas, un te quiero antes de dormirme contigo en mi cama, una seguridad por que siempre eras sincera, una sonrisa y un afán por abrazarme en cualquier parte de Málaga, la respuesta.
Encontré en esas cosas simples lo que me faltaba para ser totalmente feliz con alguien tan diferente. Con ese alguien que entró en mi vida ese día de mi cumpleaños. Que la revolvió. Que la llevó a lo más alto y a lo más bajo. Y que de repente, parece que nunca existió. Que todo fue un espejismo de mi cabeza. De mis ganas. De mis ideas.
Y lo peor de todo: que no existirá.
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