Las entradas empiezan a separarse en el tiempo. Una ruptura se funde con otra, saltando semanas de felicidad. Cada vez escribo menos aquí y más en cualquier papel.
Con la poca confianza de que lea esto a menudo aún sigo ahogando buenas noches en mi cama vacía y abrazando la almohada, tan poco hombre para superar que no es de nadie ya y que es cuestión de tiempo que encuentre a alguien que despiete alguna nueva ilusión.
Yo he encontrado a muchas ya.
Y no siento nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario