No te creas que solo tienes cosas malas. Es que me he guardado este trocito para poner todas las que se me ocurren, que ya te he dicho demasiadas veces las buenas: No tienes un seguimiento de mi vida como lo debería tener cualquier pareja. No me preguntas cómo estoy, ni cómo está un familiar mío si está ingresado en el hospital. Eres descuidada, te olvidas de que tengo un examen y ni me deseas suerte. Me dices que no suba, que tienes que estudiar, y luego te tiras el fin de semana entero de fiesta y sin tocar un libro. Parece que das prioridad a personas que no dan una mierda por ti ni por nadie. Que cuando te das la espalda te acuchillan. No demuestras en ningún momento a terceras personas que me quieres. Ni saben que estoy en tu vida. Ayer, en cambio,yo, en la fiesta, cuando me acercaba a una niña PARA LO QUE FUERA (para hablar, para pedirle fuego, para lo que fuera) cualquier amigo o amiga mía, cercano o no cercano, empezaban a decirme tu nombre. Cómo si se me fuera a olvidar...y claro, claro que acorrala. Por eso te entendí lo que me dijiste cuando te sentiste acorralada. Porque yo vivo lo mismo. Todos los días.
Tengo siempre esa sensación de que yo doy bastante más que tú (y ojo, no que yo te quiero más que tú porque te conozco como a mi mano y sé cuál es tu forma de demostrarlo) y a veces me han dado ganas de decirte "Mira, que se acabó esto contigo, que estoy enamoradísimo de ti pero que la pareja es también demostrarlo, y no sabes hacerlo". Y repetirte lo de "no te dejas querer" diez mil veces, eso que tanto te molesta que te diga.
Motivos, motivos, motivos.
Me sobran motivos, ¿ves? ¿Pero sabes qué? Me faltas tú, y tu olor, sobre la cama. Que todo lo que hay en el párrafo de arriba es lo que hace que seas tú con la que asesinaría todas las horas de mis días. Que te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario